La cisterna de agua de lluvia apesta
¿Sufre el mal olor de la cisterna de agua de lluvia de su jardín? Es muy molesto y podemos afirmar que se trata de un problema común entre los propietarios de un depósito de agua de lluvia o de un sistema de recuperación de agua de lluvia. Sin embargo, hay (afortunadamente) algo que puede hacer contra este hedor.
¿Cómo se produce el olor en el depósito de agua de lluvia?
No hace falta que le digamos que nada es tan impredecible como el tiempo. A veces puede llover durante días seguidos y a veces hay largos periodos de sequía en los que no cae ni una gota de lluvia. Para su depósito de agua de lluvia, esto significa que el agua está en movimiento todo el tiempo durante las lluvias intensas, pero también puede permanecer estancada durante mucho tiempo en caso de sequía prolongada. El agua de lluvia estancada y caliente de su depósito siempre contiene algo de materia orgánica. Con el tiempo, estas sustancias se pudrirán, provocando malos olores. Entonces puede oler un poco mal o su agua de lluvia puede oler a huevos podridos. El principio subyacente es la descomposición anaeróbica. Estas bacterias "malas" provocan un olor a huevo podrido en el depósito de agua de lluvia.
¿Cuál es la diferencia entre bacterias anaerobias y aerobias?
Ambos tipos de bacterias se encuentran en la naturaleza. Se trata de un nombre colectivo para diversos microorganismos que funcionan con oxígeno(aeróbicas) o sin oxígeno(anaeróbicas). Estas bacterias se alimentan de materiales orgánicos presentes en su depósito de agua de lluvia, como polvo, pequeños trozos de hojas, musgo muerto del tejado, etc. Con el tiempo, las bacterias anaerobias pueden imponerse y provocar malos olores y huevos podridos en el depósito. Sin embargo, éste no es el caso de las bacterias aerobias. Éstas descomponen los materiales orgánicos sin provocar olores.

Fíjate bien si lo que te huele es el agua de la cisterna o el agua de lluvia.
Hay una diferencia entre el agua de lluvia maloliente, que se puede oler en el interior, por un lado, y el hedor de su cisterna, por otro. En el caso de una cisterna de agua de lluvia maloliente, suele deberse a la capa de materia orgánica que se forma en la cisterna. En el caso del agua de lluvia maloliente que huele dentro de casa (por ejemplo, del fregadero), el olor suele deberse en parte a una capa de biopelícula en las tuberías que van del depósito al interior.